Los estrógenos son una de las hormonas más importantes para que el ciclo menstrual se lleve a cabo. Más allá de sus funciones reproductivas afectan a todo nuestro organismo, son los encargados de que las mujeres acumulemos grasa en los muslos y en las caderas, de que nos crecen los pechos, es decir son los responsables de que físicamente tengamos forma de mujer…
Hay distintos tipos de estrógenos (E1, E2, E3). Su presencia en sangre depende de en qué momento de la vida nos encontremos, teniendo mayor o menor cantidad de cada tipo.
Podemos tener muchos estrógenos circulando por la sangre, pero para qué ejecuten su función necesitamos que los órganos tengan receptores. Los estrógenos son una llave, esta llave no va a entrar en ningún lugar que no haya una cerradura. Si estudiamos el cuerpo humano podemos ver que tenemos cerraduras por todo el cuerpo, es decir los estrógenos actúan mucho más allá de los órganos reproductores. Cuantas más cerraduras (estrógenos) tenga un tejido, más sensible será a lo cambios hormonales. En la siguiente entrada te explicaré algunos de los cambios más evidentes.